La rodilla es la articulación más complicada de nuestro cuerpo y está sometida a toda una vida de carga extrema a diario, durante el deporte o en el trabajo. Constituye la bisagra entre los huesos de la parte superior e inferior de la pierna y se estabiliza mediante una compleja interacción de músculos, tendones y ligamentos. La propensión a sufrir lesiones o enfermedades, que a veces van acompañadas de fuertes dolores, es igualmente elevada. Las molestias en la rodilla pueden deberse a causas diferentes: llegar al fondo de los factores desencadenantes es el primer paso para volver a controlar el dolor. Aquí podrás saber más sobre las afecciones más comunes y los tratamientos necesarios para mantener tus rodillas sanas a largo plazo.
Resumen de las lesiones y enfermedades más comunes de la rodilla
Así está la rodilla estructurada
La mayoría de la gente no piensa en la estructura de la articulación hasta que le duele la rodilla: Aquí es donde se unen los huesos del fémur (1) y los huesos de la parte inferior de la pierna, este último compuesto por peroné (2) y tibia (3). En medio se encuentra el menisco (4). Sus discos cartilaginosos equilibran los espacios entre la articulación. Delante se encuentra la rótula (5), que permite a los músculos de la parte delantera del muslo extender la parte inferior de la pierna. Los ligamentos laterales (6) guían la articulación de la rodilla y la sujetan mientras se está de pie. Los ligamentos cruzados (7) son la cuerda de seguridad cuando se flexiona la rodilla. Este movimiento lo realizan conjuntamente el músculo del muslo (8) y el músculo de la parte inferior de la pierna (9). El músculo del muslo es el único responsable del estiramiento.
Todos estos componentes son necesarios para que la rodilla tenga movilidad y pueda resistir eficazmente todas las cargas a las que está sometida. Las lesiones y las enfermedades de la articulación de la rodilla, o de sus componentes individuales, alteran su funcionamiento y provocan dolor.
¿Qué hacer cuando duele la rodilla?
Si tienes alguno de los tres síntomas siguientes, deberías acudir a un médico, preferiblemente un ortopedista o un especialista en medicina deportiva, para que te examine la articulación de la rodilla:
1. El dolor de rodilla te dura más de dos días.
2. El dolor de rodilla aparece incluso cuando está en reposo.
3. La movilidad de tu rodilla es limitada o tienes problemas de estabilidad al caminar o al estar de pie.
El médico prescribirá medidas terapéuticas individuales en función de la causa del problema de la rodilla y teniendo en cuenta diversos factores, como tu estado físico o las cargas más habituales en tu caso. Las opciones de tratamiento conservador pueden incluir reposo, enfriamiento, analgésicos o pomadas, fisioterapia y ejercicios específicos para curar las lesiones y controlar el dolor. Sin embargo, el uso de un vendaje para rodilla también alivia el dolor en muchos casos. Además, los productos ortopédicos aportan estabilidad y alivio a la rodilla.
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Todo lo que necesitas saber sobre los vendajes para las rodillas:
Un vendaje para la rodilla no es un accesorio de moda, sino un producto ortopédico que debe aliviar tus molestias, ayudar a la recuperación o bien proporcionar una protección preventiva. Para poder alcanzar el máximo efecto, es necesario que un vendaje para la rodilla quede colocado lo más perfecto posible – ¡no solo por motivos de comodidad! La mayoría de los vendajes modernos cuentan con diferentes zonas de actuación, y permanentemente comprimen, apoyan, descargan o masajean, pero en puntos muy concretos. Si el vendaje para la rodilla no queda colocado correctamente, estas zonas de actuación solo actuarán en parte o, incluso, no tendrán efecto.
Por ello, recomendamos encarecidamente, que antes de adquirir un vendaje para la rodilla, te dejes asesorar por un experto (ortopedia local), que también pueda medir la zona de la rodilla. El experto selecciona de entre la amplia gama de vendajes para la rodilla adecuados a las indicaciones el vendaje que más se ajusta a tus molestias y estatura. De este modo, siempre te asegurarás de conseguir rápidamente los mejores resultados.
Un vendaje para la rodilla puede adquirirse también sin receta o prescripción médica en el establecimiento especializado (p. ej. ortopedia, farmacia). No obstante, si existe una indicación médica, es recomendable en la mayoría de los casos consultar con el médico. Si el médico prescribe el uso del vendaje para la rodilla, es probable que tu sistema de seguridad social cubra una parte del precio. Sin receta deberás asumir completamente el precio.
En caso de disponer de una receta prescrita por el médico, la seguridad social cubrirá prácticamente la totalidad del precio de un vendaje para la rodilla, y solo se deberá pagar una parte mínima. El importe exacto de lo que se debe pagar dependerá de cada caso (p. ej. motivo de la prescripción, estado de severidad, último reembolso del producto ortopédico). Naturalmente siempre se podrá adquirir sin receta un vendaje para la rodilla en una ortopedia. Los vendajes son productos ortopédicos de venta libre sin necesidad de receta. Pero en este caso, no debes esperar que la seguridad social te compense los costes de la compra. Esto también puede ocurrir si en los dos últimos años ya te han compensado la compra de un vendaje para la rodilla. Por ello, te recomendamos consultar previamente con la seguridad social.
El médico será quien determine si la mejor solución para ti es un vendaje para rodilla o una ortesis de rodilla. ¿Pero qué diferencias existen realmente entre un vendaje y una ortesis? Descubre más sobre las diferencias entre el vendaje y la ortesis.
Debido a que los vendajes para la rodilla se colocan en el cuerpo y, por lo tanto, pueden estar en contacto con el sudor y las escamas de la piel, los vendajes deben necesariamente ser lavables, como los vendajes de Bauerfeind. En este sentido, el proceso de lavado es muy importante, a fin de mantener el efecto de compresión del tejido del vendaje y su forma.
¿Cuál es la mejor manera de lavar un vendaje para la rodilla? Lo ideal es una limpieza en la lavadora a 30º grados con detergente para prendas delicadas y una red para lavado. En el centrifugado no deberían superarse las 500 r.p.m. Al finalizar el lavado, lo más recomendable es dejar secar el vendaje al aire (lo mejor, sin exponerlo a los rayos directos del sol). Deberías evitar utilizar la secadora u otras fuentes de calor (p. ej. la calefacción), ya que esto daña rápidamente el tejido y, por consiguiente, reduce la efectividad.
Nosotros no recomendamos llevar puesto el vendaje encima de la ropa. No solamente porque de esta manera no pueden actuar las propiedades propiosépticas, sino porque también se evita activar o estimular la sensomotricidad. Además, la ropa amortigua casi por completo los efectos beneficiosos de los distintos elementos funcionales, como un ligero masaje en un lugar y un alivio o presión en otro. Además, la ropa ejerce presión sobre la rodilla dolorida. Esto no solo resulta ineficaz, sino que incluso puede resultar doloroso y originar zonas de fricción (irritación en la piel).
Los vendajes para la rodilla de Bauerfeind se denominan a menudo también como "vendajes activos" y su finalidad es la de ayudar a las personas en sus movimientos. Es precisamente en el movimiento cuando realmente los vendajes despliegan su efectividad o efectos positivos sobre el cuerpo. Sin embargo, durante el reposo no es posible activar la función masajeadora y la compresión intermitente. Por ello, su utilización durante la noche no es efectiva. Es mejor llevar los vendajes para rodilla durante el día, cuando estás activo, y dejar que la rodilla descanse un poco por la noche.
Diez consejos para una rodilla sana
Si quieres prevenir el dolor, puedes hacer algo bueno por tus rodillas siguiendo estos consejos:
- Haz ejercicio a diario.
- Practica deportes en los que no se esfuercen las rodillas, como la natación, el ciclismo o la marcha nórdica, incluso como deporte compensatorio.
- Lleva las cargas pesadas de la forma más suave posible para tus rodillas, por ejemplo en una mochila.
- Evita doblar las rodillas con cargas pesadas.
- Siempre que puedas, descarga la articulación de la rodilla estirando las piernas al sentarte.
- Evita, en la medida de lo posible, estar de pie o arrodillado durante largos periodos de tiempo.
- Asegúrate de llevar calzado con amortiguación cuando estés de pie durante mucho tiempo.
- Utiliza siempre calzado plano y, si es necesario, usa plantillas ortopédicas.
- Vigila tu peso, ya que el sobrepeso también es un sobreesfuerzo para las rodillas.
- Entrena regularmente los músculos de las piernas con ejercicios específicos.