Sin nuestras rodillas nada funciona y no nos damos cuenta hasta que les pasa algo. El dolor de rodilla puede aparecer de repente, pero también puede ir notándose cada vez más con el paso del tiempo. Además de las molestias agudas, es sobre todo el dolor crónico lo que limita mucho la calidad de vida. El dolor de rodilla no debe pasarse por alto si queremos que todo vuelva a ir bien lo antes posible.
Me duele la rodilla: ¿qué hago?
El dolor de rodilla puede aparecer en las situaciones más variopintas, puede ser al levantarse de la cama por la mañana, al subir o bajar escaleras, al flexionarlas, durante un paseo corto o en caso de gran carga. No siempre está claro de dónde viene el tirón o el dolor punzante que sientes en la rodilla. Con frecuencia, la causa es una sobrecarga o una carga incorrecta al practicar deporte, pero también algunos movimientos cotidianos pueden causar este tipo de sobrecarga. A veces, puesto que el dolor aparece más tarde, no asociamos que puede deberse a alguna caída que tuvimos o a un mal movimiento que hicimos..
Las causas del dolor son tan variadas como lo son las maneras de manifestarse que tiene: algunos sienten un dolor repentino en la rodilla o la rótula, a otros la rodilla les duele por la parte interior o exterior. A veces, la cosa se queda en un tirón y, de repente, la rodilla se hincha.
Pero se manifieste como se manifieste el dolor, es fundamental conocer la causa. Solo así puedes saber qué le va bien a tu rodilla para que el dolor desaparezca pronto.
Descubre de dónde viene tu dolor de rodilla
Haz el autotest: responde brevemente a unas preguntas sobre tu dolor de rodilla, tu actividad y tu complexión.
Al finalizar, obtendrás una valoración de cuál podría ser la causa de tu dolor de rodilla.
Según el resultado, pide cita con el médico y obtén aquí más información sobre los síntomas y opciones de tratamiento para cada una de las molestias en la rodilla.
Diagnóstico del dolor de rodilla
Dada la cantidad de posibles causas que hay, para obtener un diagnóstico es necesario acudir antes al médico. Este te preguntará cuándo apareció el dolor de rodilla la primera vez, la duración y de qué tipo es, así como si se presentan otras molestias o hay patologías previas. A continuación, mediante una exploración física determinará la movilidad de la articulación de la rodilla. Hay distintos tests de movilidad que pueden dar ya una idea de determinadas lesiones. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, en la mayoría de casos se realizan procedimientos de generación de imágenes como ecografías, radiografías, TAC o RMN. Si la causa del dolor de rodilla no se encuentra en la articulación, pueden ser necesarias otras exploraciones.
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¿De dónde provienen tus molestias en la rodilla?
Básicamente, cualquier parte del aparato articular puede ser responsable del dolor en la rodilla, desde unos tendones irritados hasta mioesclerosis o daños en los cartílagos. Las molestias en la rodilla son tan variadas como lo son sus causas y, por eso, deberías consultar sin falta con un médico si tienes dolores persistentes. Los diagnósticos de, por ejemplo, inestabilidad de rodilla, derrame de la articulación de la rodilla y artrosis son especialmente frecuentes. Aquí encontrarás información detallada para que puedas entender con estas indicaciones lo que pasa en tu rodilla y lo que puede ayudar con el dolor.
¿Notas la rodilla floja y tienes la impresión de que se te va a salir? Esto puede ser signo de inestabilidad de rodilla. Aquí obtendrás toda la información importante sobre las causas y el tratamiento.
¿Tienes la rodilla hinchada, rígida y te duele al estirarla y doblarla? El motivo podría ser un derrame de la articulación de la rodilla. Descubre aquí cómo se origina un derrame de la articulación de la rodilla y cuál puede ser el tratamiento.
¿Tu dolor de rodilla aparece, sobre todo, cuando hay una carga? Este podría ser un indicio de artrosis. El riesgo está presente, sobre todo, si ya has tenido una lesión de rodilla, si la sometes a grandes esfuerzos con regularidad, por la práctica de deporte o en el trabajo, padeces patologías previas como diabetes o necrosis ósea, tienes mucho sobrepeso o si hay una deformidad articular o de las piernas. Lo mejor es que hagas el test de riesgo de artrosis y te informes de los síntomas y tratamientos.
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