El deporte desaparece cada vez más del trabajo y del tiempo libre de muchas personas; pero son muy pocos los que se dan cuenta de lo peligrosa que es la falta de movimiento para la salud. Aquí explicamos las causas y posibles consecuencias de la falta de ejercicio. Además conocerás por qué es tan importante permanecer activo, y cómo puedes lograrlo.
¿Por qué nos movemos cada vez menos?
En el curso de un estudio realizado a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comprobó que la falta de ejercicio está vinculada a la profunda transformación de la situación vital de muchas personas: No solo el trabajo cotidiano, sino también las actividades durante el tiempo libre están siendo marcadas cada vez más por la falta de movimiento.
Especialmente en el curso de la digitalización y la automatización se está reduciendo mucho el número de los expertos activos manualmente, y al mismo tiempo está creciendo la necesidad en los trabajos de oficina. Como consecuencia, cada vez más personas ejercen su profesión sentados. Con la difusión del home office, muchos empleados ya ni siquiera tienen que caminar a la impresora o al comedor de la empresa.
También el tiempo libre está siendo influido por la digitalización: La marcha triunfal de la televisión y la creciente popularidad de Netflix y compañía están directamente vinculadas con la falta de movimiento en la vida cotidiana, porque convierten al sofá en el lugar más popular para pasar el tiempo libre. A esto se agrega la creciente popularidad de Internet y las redes sociales, que también promueven la inmovilidad física.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el tiempo que pasamos sentados y hacer semanalmente al menos 150 - 300 minutos de actividad de intensidad ligera a moderada. En caso contrario pueden generarse diversos riesgos para la salud y el bienestar, cuyas consecuencias afectan a todos los ámbitos de la vida.
Consecuencias de la falta de movimiento en la salud
Los efectos sobre la salud de la falta de movimiento son graves, y se manifiestan de las más diversas maneras. Así por ejemplo, las personas afectadas son propensas, entre otras cosas a:
- Sobrepeso: Sobre todo en combinación con la sobrealimentación, una pronunciada falta de movimiento da como resultado un sobrepeso patológico (obesidad). En cambio, por ejemplo, los paseos después de la comida o un entrenamiento regular ayudan a activar la digestión y a mantener balanceado el nivel de calorías.
- Diabetes mellitus tipo 2: La llamada "diabetes del adulto" ocasiona un aumento crónico del nivel de azúcar en la sangre, que también está apareciendo cada vez más frecuentemente en pacientes más jóvenes. El deporte y el movimiento aumentan la actividad muscular, que está en conexión directa con un nivel de insulina sano.
- Enfermedades del sistema circulatorio: Los que se mueven poco, aumentan su riesgo personal de sufrir bloqueos vasculares. Los resultados de esto pueden ser hipertensión, infartos o derrames cerebrales.
- Mínimo rendimiento personal: Muchas veces, este se manifiesta mediante cansancio y fatiga. Por eso, un flujo sanguíneo alterado por muy poco movimiento puede conducir a limitaciones del desempeño del cerebro, que se muestran en una reducción de la concentración y la creatividad.
- Consecuencias psicológicas: El malestar y las depresiones también están vinculadas a la falta de actividad física. Las actividades deportivas son una importante válvula para reducir el estrés y las tensiones. En especial en los deportes de resistencia se liberan hormonas que reducen el estrés y producen una sensación de relajamiento y buen humor después del deporte.
- Vulnerabilidad a las infecciones: Al realizar actividades físicas se libera adrenalina. Esta hormona genera estímulos que tienen un efecto de entrenamiento para el sistema inmunológico del cuerpo. Con ello se reduce la probabilidad de sufrir enfermedades infecciosas frecuentes o cáncer.
- Limitaciones del aparato locomotor: Los músculos debilitados por falta de carga frecuentemente producen dolores en la espalda, la cadera o las rodillas.
- Artrosis: Los dolores en las articulaciones por cansancio o carga, o después de estar sentado o acostado durante mucho tiempo son síntomas del desgaste del cartílago, muy extendido. De esta manera, la artrosis puede aparecer como consecuencia directa de la carencia de ejercicio.
La artrosis, una enfermedad generalizada
La artrosis es la enfermedad de las articulaciones que aparece con más frecuencia. Entre sus síntomas se cuentan los dolores en las articulaciones y una movilidad cada vez más limitada. La artrosis se detecta con especial frecuencia en las articulaciones de los dedos, las rodillas y la cadera, dado que éstas son las que están más expuestas a las cargas durante la vida cotidiana. Pero en principio puede aparecer en cualquier articulación.
Y la artrosis se ha convertido en una auténtica enfermedad generalizada: al aumentar la edad, aumenta también la probabilidad de sufrir de artrosis. A partir de los 65 años, están afectados casi la mitad de todas las mujeres y aproximadamente una tercera parte de todos los hombres en España.
También la sobrecarga y la carga inadecuada de las articulaciones pueden producir y favorecer el surgimiento de una artrosis. El Instituto Robert Koch (RKI) incluso calcula que esta enfermedad aparecerá cada vez con más frecuencia.
Prueba tu riesgo personal de artrosis
Si a menudo sufres de dolor de rodilla, nuestra prueba de riesgo puede darte una evaluación inicial.
Por qué es esencial el movimiento en caso de artrosis
En una artrosis, se produce un desgaste excesivo del cartílago. Se producen dolores, limitaciones al movimiento, y en el peor de los casos, una rigidez..
El cartílago sirve como amortiguador para los huesos, y se encarga de que la articulación se deslice sin rozamientos. Pero para poder cumplir estas funciones de manera adecuada, tiene que seguir siendo elástica y flexible. Y para ello necesita el líquido sinovial, el "lubricante de las articulaciones". Este nutre el cartílago con todas las sustancias alimenticias y lubricantes importantes, para conservarlo. Sin embargo, el líquido solamente se introduce en el tejido del cartílago durante el movimiento, porque para ello necesita recibir la carga y descarga. Solo de esta manera se introducen en el cartílago los nutrientes esenciales y se eliminan los productos de desecho.
La consecuencia: Si al cuerpo le falta el movimiento, el cartílago no recibe suficiente lubricante para las articulaciones. A consecuencia de esto, se vuelve poroso y rugoso, se desgasta cada vez más, y ya no puede cumplir su misión de protección.
Haz algo contra la artrosis
Aunque la artrosis no es reversible, puedes hacer algo para frenar el desgaste de la articulación. ¡Hemos reunido para ti algunas medidas que puedes tomar para combatir la artrosis!
Si todavía no sientes signos de una artrosis, pon atención a realizar más movimiento en tu vida cotidiana, porque aquí el lema es: Combatir la falta de movimiento, y desterrarla de la vida diaria. De esta manera no solamente reduces tu riesgo de artrosis, sino también te preocupas activamente por lograr una mente y un cuerpo sanos. La larga lista de posibles consecuencias de la falta de movimiento deja bien en claro qué importante es llevar una vida activa.
- ¿Sientes que te duelen las articulaciones o tienes dolores al empezar a moverte? Para hacer frente a la artrosis, es esencial un diagnóstico temprano: ¡Consulta a tu médico y hazte un examen! Nuestro test de riesgo de artrosis te da una primera valoración, pero no sustituye la visita al médico y el diagnóstico seguro
- Si ya recibiste un diagnóstico de artrosis, es especialmente importante combatir la falta de movilidad y realizar actividades físicas con regularidad. Infórmate sobre la fisioterapia y los deportes que no afectan a las articulaciones. En este proceso, nuestros vendajes y ortesis pueden apoyarte de la mejor manera.