Con el linfedema, la piel suele estar más sensible y ser más propensa a las infecciones. Como el metabolismo celular está alterado en la zona del linfedema, puede producirse una inflamación crónica en estas zonas y, como consecuencia, cambios en el tejido. En el caso del lipedema, sobre todo la humedad entre los pliegues cutáneos puede causar daños y contribuir a las infecciones. La presión externa necesaria de las medias de compresión y los vendajes ejerce una tensión adicional sobre tu piel. La consecuencia: el equilibrio de tu piel se altera, se seca, se vuelve fina, agrietada y más sensible a las irritaciones. Queremos explicarte a qué debes prestar atención y cómo puedes mejorar tu piel si tienes lipedema o linfedema.
¿Problemas cutáneos debido a las medias de compresión?
Si durante el tratamiento del edema aparecen problemas cutáneos, a menudo se culpa de ello a las medias de compresión, pero en muy pocos casos existe realmente una relación. Las medias de compresión Bauerfeind, incluida la VenoTrain® curaflow, han sido probadas dermatológicamente y, en general, se toleran muy bien. Normalmente, el tejido de punto no desencadena reacciones alérgicas.
Sin embargo, si notas enrojecimiento o picor, hay varias causas posibles: por un lado, la carga mecánica que ejercen tus medias de compresión a través de la fricción durante el movimiento puede causar irritación en la piel sensible. Los tejidos de punto que no traspiran bien la humedad también son un riesgo. (Sin embargo, gracias al alto contenido en microfibra de nuestra compresión con VenoTrain curaflow, esto no debería ocurrir). Para muchas personas, sin embargo, la simple sequedad de la piel es un problema habitual.
El cuidado adecuado de la piel puede ayudar
Por lo tanto, es importante que utilices regularmente productos para el cuidado de la piel, como loción, después de quitarte la compresión por la noche. Estos productos mantendrán tu piel hidratada y conservarán su capa protectora natural. Tu piel estresada puede recuperarse durante la noche y mantenerse flexible, por lo que te resultará más cómodo ponerte el producto de compresión y llevarlo puesto a la mañana siguiente.
Sin embargo, aquí se recomienda precaución: las cremas con ingredientes como perfumes, conservantes o aditivos tienen cierto potencial alergénico. Por tanto, utiliza productos que contengan el menor número posible de aditivos. En la farmacia encontrarás soluciones individuales, por ejemplo, cremas adaptadas a tus necesidades personales. Si no consigues controlar tus problemas cutáneos, tu médico puede ayudarte.
En cualquier caso, renunciar a tu compresión por culpa de las irritaciones cutáneas nunca es una buena solución.
Nuestros consejos para tu rutina de cuidado de la piel
Para controlar o prevenir problemas mayores, debes prestar especial atención a tu rutina de cuidado de la piel. No en vano, el cuidado de la piel es uno de los cinco pilares de la Terapia Física Descongestiva Compleja (TFDC). Te explicamos a qué debes prestar atención:
- Limpieza de la piel: para limpiar la piel, son ideales las lociones de lavado medicinales sin jabón, con un pH neutro de 7. También son adecuados los aceites de ducha de alta calidad que hidratan la piel. Además, asegúrate de ducharte o bañarte con agua menos caliente.
- Secado de la piel: aquí debes ser muy minucioso y concienzudo. Las zonas húmedas pueden ser caldo de cultivo de hongos y bacterias, sobre todo entre los dedos de manos y pies, en los pliegues de la piel, en la zona genital y en los pliegues de las articulaciones.
- Cuidado para la piel: como ya hemos comentado, utiliza productos medicinales suaves y sin perfume, como cremas o lociones.
¿Qué cuidados cutáneos debo emplear para el lipedema y el linfedema?
Nosotros te recomendamos la espuma de cuidado especial para pieles con edema. Con pantenol, protege y cuida las zonas especialmente estresadas y sensibles. Si te aplicas la espuma por la mañana, también te facilitará ponerte las medias de compresión.
Limpieza higiénica: tu ayuda de compresión también necesita cuidados especiales
No importa si llevas compresión en piernas, brazos o tórax: para que tus productos VenoTrain duren mucho tiempo, debes cuidarlos de forma regular y adecuada, por el bien de tu piel. Lo cierto es que las medias de compresión se llevan directamente sobre la piel. Por eso la suciedad y las partículas de polvo, así como las escamas de piel y las bacterias del sudor, se adhieren al tejido. En principio, ocurre lo mismo que con cualquier otra media.
Por eso las medias de compresión deben cambiarsea diario y lavarse a fondo antes de volver a ponérselas.
Lavar correctamente las medias de compresión: así es como funciona
La forma más fácil de hacerlo es en la lavadora o, si no puedes preparar un tambor entero, puedes lavarlas a mano. Sin embargo, nunca utilices suavizante, ya que puede perjudicar el efecto medicinal de tus medias. Para este fin es mucho más adecuado el detergente especial VenoTrain, con un agradable aroma fresco. Lava tus medias con mucha suavidad y ofrece una protección duradera e higiénica. Una botella es suficiente para diez lavados. Hablando de ciclos de lavado: si lavas las medias en la lavadora, la red de lavado VenoTrain sería sin duda una buena recomendación. La bolsa con cremallera, fabricada en un tejido duradero y de malla especialmente fina, te ayuda a clasificar la colada y protege de forma fiable tus medias de compresión para que no se descosan ni se deshilachen.
Después, es mejor dejar que las medias de compresión se sequen al aire. Esto ayuda a mantener su efecto óptimo. En cambio, secar las medias en el radiador o en la secadora está absolutamente contraindicado, al igual que plancharlas, si quieres disfrutar de tu prenda el mayor tiempo posible.
Por razones higiénicas, recomendamos tener, además del par habitual, uno de recambio. Así, siempre podrás llevar una media limpia mientras la otra está en la lavadora.
Simone Berner
Responsable de Producto de Linfología en Bauerfeind
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