Quien haya jugado alguna vez a fútbol lo sabe: un adversario va a por todas a por el balón, hay un impacto contra el tobillo... y ya está: el tobillo se tuerce y se hincha. El diagnóstico en la mayoría de casos es una distorsión de la articulación del tobillo, es decir, un esguince de tobillo. Descubre aquí más sobre la indicación, cómo se trata la distorsión de la articulación del tobillo y por qué merece la pena usar un vendaje.
Pocas lesiones deportivas se producen con más frecuencia que la distorsión de la articulación del tobillo. Pero no es necesario practicar deporte activamente para torcerse el pie o el tobillo. Basta con pisar mal o que el pie se te enganche en cualquier lugar. La lesión de los ligamentos que rodean la articulación del pie se produce rápidamente; en ocasiones, también pueden producirse lesiones secundarias en los huesos.
Si este esguince no se trata rápidamente y de la manera debida, pueden darse daños permanentes como, por ejemplo, una inestabilidad articular. Si esto sucede, a largo plazo, la articulación se desgasta con mayor rapidez y puede provocar, a su vez, una artrosis.
¿Qué es exactamente la articulación del tobillo?
Para entender el proceso de distorsión, primero deberíamos conocer mejor la articulación del tobillo. Esta articulación une los huesos de las piernas con los huesos del tarso. En la articulación superior del tobillo se encuentran las superficies articulares de la tibia, el peroné y el astrágalo. La tibia y el peroné forman una «horquilla» cubierta de cartílago, la llamada mortaja tibioperonea u horquilla maleolar, que sujeta el astrágalo desde arriba.
La parte inferior del astrágalo forma a su vez, junto con el hueso del talón (calcáneo) y el navicular, la articulación inferior del tobillo. De manera rigurosa, esta consta de dos articulaciones independientes. Los ligamentos bastante tensos mantienen unida esta compleja formación y definen así el rango de movimiento de las articulaciones. Además, cada articulación está envuelta en una cápsula conjuntiva.
¿Y qué pasa si hay una distorsión de la articulación del tobillo?
Cuando se produce una distorsión de la articulación del tobillo, una o varias de las articulaciones mencionadas se mueven más allá de su rango fisiológico con una elevada fuerza aplicada. Los ligamentos que unen las articulaciones son elásticos solo hasta cierto punto y, con esta sobrecarga, este rango de movimiento se excede de manera dolorosa. Y a partir de cierto punto, puede desgarrarse parcial o totalmente. Esto es lo que los médicos conocen como rotura (desgarro de ligamento en la articulación del tobillo) o rotura parcial, que lleva a una pérdida perceptible de la estabilidad de la articulación.
Si los ligamentos se desgarran en la inserción, pueden desprenderse partes de hueso de la articulación, que son visibles en una radiografía. Por lo general, en un traumatismo por distorsión o un traumatismo de la articulación superior del tobillo, la cápsula articular resulta dañada. En este caso, se trata de una lesión de todo el aparato capsuloligamentoso.
¿Cómo se reconoce una distorsión de la articulación del tobillo?
Los primeros síntomas aparecen inmediatamente después de una distorsión de la articulación del tobillo. En la mayoría de los casos es imposible pisar, mover o aplicar carga en el pie afectado sin sentir dolor. La articulación se hincha rápidamente, a menudo se forman hematomas y la zona lesionada es muy sensible a la presión.
Solo en una exploración a fondo puede determinarse el tipo de daño que existe y su extensión. Las radiografías y otros procedimientos de generación de imágenes proporcionan al médico un indicio de las estructuras anatómicas afectadas. Así es posible determinar, por ejemplo, si los ligamentos han sufrido solo una hiperextensión, una rotura parcial o una rotura completa. También pueden detectarse lesiones de la cápsula articular o avulsiones con participación ósea.
¿Cómo se trata una distorsión de la articulación del tobillo?
La articulación del pie afectada debería inmovilizarse de inmediato, aplicarle frío y colocarla en alto. Una venda de compresión reduce el tamaño de la hinchazón y la carga sobre el tejido lesionado hasta el tratamiento.
El tratamiento médico depende de la magnitud del daño, que se divide en tres grados de gravedad:
- Grado 1: los ligamentos se han hiperextendido, pero sin daños o inestabilidad articular.
- Grado 2: uno o varios ligamentos han sufrido una gran hiperextensión o una rotura parcial sin inestabilidad articular.
- Grado 3: desgarro completo de ligamento en la articulación del tobillo e inestabilidad articular
Me he torcido el pie, ¿cuánto tardaré en recuperarme?
En la mayoría de casos de distorsión de articulación del tobillo no es necesaria ninguna operación y basta solo con un tratamiento conservador. Por lo general, la articulación se inmoviliza varios días con una ortesis para la articulación del tobillo. Trascurridas unas semanas, la ortesis se sustituye por un vendaje, como el MalleoTrain®. Este te ayudará a volver a movilizar la articulación. Según el grado de gravedad de la lesión, es posible que se necesiten también muletas para no cargar la articulación. De manera complementaria, pueden emplearse analgésicos, tratamiento de frío (aplicación de hielo o de aire frío) o, en caso de mucha hinchazón, drenajes linfáticos.
La mayoría de veces, los pacientes con esguince se recuperan en un plazo de entre una y seis semanas. También en este caso depende del grado de la lesión: si tienes un trabajo sedentario en el que no tienes que someter el pie a cargas, puedes retomar tu actividad laboral «a pie» transcurridos solo unos días.
Después de la fase más aguda, puedes empezar con la fisioterapia para recuperar la movilidad completa y entrenar la fuerza y la coordinación. La articulación debe estabilizarse muscularmente para reducir el riesgo de volver a lesionarse. En la aplicación Bauerfeind Training encontrarás también prácticos ejercicios para realizar en casa con los que puedes fortalecer y estabilizar la articulación del tobillo.
Sin embargo, la cirugía suele ser necesaria en caso de avulsiones de ligamentos con participación ósea y roturas completas en las que las superficies desgarradas ya no están en contacto entre sí. En este caso, los extremos de los ligamentos se vuelven a unir mediante sutura. Las avulsiones de ligamentos con participación ósea pueden fijarse con un tornillo, de modo que los fragmentos de hueso desprendidos vuelvan a unirse a los huesos. En estos casos, la recuperación lleva más tiempo.
Así contribuye un vendaje de la articulación del tobillo a tu recuperación
Un vendaje para la articulación del tobillo, como el MalleoTrain, ayuda a volver a movilizar y estabilizar la articulación después de una lesión. Alivia el dolor y permite que vuelvas a estar en forma rápidamente. Descubre más sobre la efectividad de nuestros vendajes Train y la aplicación Bauerfeind Training.