Entre los factores de riesgo esenciales para la artrosis de rodilla se cuentan el sobrepeso, la falta de movimiento o la alimentación incorrecta. Pero también con una sobrecarga puede ocasionarse una artrosis. Por eso es importante cuidar todo el tiempo las articulaciones, y compensar con muchas variaciones los movimientos monótonos. En este artículo conocerás qué secuencias de movimientos protegen de una sobrecarga de la rodilla.
Los movimientos constantes y monótonos afectan una y otra sobre vez los mismos músculos, huesos y demás elementos en el cuerpo. Por ejemplo, estar mucho tiempo de pie, sentado o de rodillas resulta muy cansado, especialmente para las rodillas. Nuestra articulación más grande puede soportar una enorme presión, pero también requiere pausas para recuperarse. Si tiene que soportar demasiado por demasiado tiempo, se produce la sobrecarga de la rodilla y la consecuencia pueden ser los daños al cartílago. En estos casos se dice entonces: Diagnóstico: gonartrosis
¿Que ocasiona una sobrecarga de la rodilla?
En el trabajo, pueden haber cargas desfavorables y repetidas de la articulación, que actúan sobre el cuerpo por muchos años, varias horas cada día: Por ejemplo, la colocación de baldosas o suelos de parquet. También el trabajo físico pesado en la construcción o en la agricultura puede traer consigo una sobrecarga de las rodillas, y promover de esta manera la formación de una artrosis. Igualmente, el estar mucho tiempo de pie y levantar cosas en las profesiones de vendedor.
Pero no solo en el trabajo, sino también en el deporte, pueden estar las rodillas expuestas a las sobrecargas: El movimiento en sí mismo es muy sano ‒ y en el caso de la artrosis es incluso esencial. Sin embargo, algunas actividades fuerzan demasiado los cartílagos y a las articulaciones de las rodillas. "Todos los tipos de deportes en los cuales se cambia rápidamente la dirección del movimiento son más bien inadecuados", constata el fisioterapeuta Joshua Schirm. Entre ellos se cuentan el futbol, el balonmano, el hockey o el básquetbol.
Porque el desencadenante de una artrosis de rodilla frecuentemente es una lesión que data de diez a quince años atrás y que no se curó totalmente. Entre ellos se cuentan, por ejemplo, los daños en el menisco o las roturas de ligamentos cruzados. Pero a veces también es suficiente con un microtrauma que se produjo por una colisión y causó daño al cartílago.
Por lo tanto, la artrosis de rodilla no se diagnostica solamente en determinados grupos de profesiones, sino muchas veces también en deportistas de alto rendimiento activos o retirados.
¿En qué reconoces una artrosis en la rodilla?
Lo difícil del asunto: los signos de advertencia de una gonartrosis muchas veces no se notan al principio. Solo en la fase avanzada se hacen notar el dolor. Las rodillas crujen y chirrían, y subir escaleras cuesta trabajo y duele, al igual que levantar objetos pesados. A esto se agregan dolores de arranque, es decir, dolores en los primeros pasos después de pausas de descanso prolongadas, que después vuelven a desaparecer. En los deportistas, la articulación también puede hincharse después de un entrenamiento excesivo.
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¿Qué ayuda para la rodilla sobrecargada?
Lo que es importante es hacer pausas, aconseja el fisioterapeuta Joshua Schirm. En el trabajo de todos los días ayuda la variación: cambiar de vez en cuando la posición al estar sentado, estirarse y respirar profundamente. Salir de vez en cuando, dar un paseo en la pausa de mediodía. También los vendajes ayudan con el dolor y estabilizan la articulación de la rodilla.
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También los ejercicios rápidos en la vida cotidiana pueden aliviar el dolor y movilizar la rodilla: por ejemplo al estar sentado a la mesa hacer oscilar en el aire la rodilla colgante por aproximadamente un minuto. Esto descarga la rodilla y estira la cápsula de la articulación con un efecto de reducción del dolor. O bien estando sentado estirar la rodilla al máximo diez veces de cada lado, para fomentar la movilidad en las fases de poco movimiento.
"Después de las cargas, tus articulaciones necesitan de nuevo momentos de descanso."
Joshua Schirm
Fisioterapeuta
¿Qué movimientos le hacen bien a la rodilla?
Son sanas para la rodilla las secuencias de movimientos fluidos, en las cuales la articulación se mueve suavemente en todas direcciones. Andar en bicicleta a velocidades bajas, nadar, dar paseos, o también el tai-chi y el yoga son excelentes para la artrosis de la articulación de la rodilla. A los deportistas se les aconseja escuchar bien a su cuerpo, no exagerar con la carga, y entrenar de manera integral para prevenir la artrosis.
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