La paciente de artrosis de rodilla Jana Eckner pospuso por mucho tiempo su propio bienestar. Pero después decidió que no podía seguir así, y le dio la vuelta a su vida. Conoce en este artículo cómo Jana recibió el diagnóstico de gonartrosis, cómo domina su vida con artrosis desde entonces, y lo que hace para seguir en movimiento.

Por una desgracia en su familia, Jana descuidó por mucho tiempo su propia salud. También la carga que le imponía su trabajo la estuvo ignorando entonces la persona que ahora tiene 48 años. En algún momento se dio cuenta de que había llegado al límite de sus fuerzas físicas y mentales: "Estaba sentada en la mañana en la cocina y quería tomar un café, y no era capaz de tomar la taza con la mano", cuenta Jana. Ya no podía hacer nada. Su presión sanguínea estaba en ese momento por encima de 200. Ese fue el momento en que Jana decidió: "Hasta aquí, y ni un paso más." Después de trece años, cambió su puesto de trabajo. "Esto fue lo que me dio impulso de nuevo. Este cambio le hizo bien a toda nuestra familia", cuenta ella. "Tomamos la siguiente decisión: ahora comenzaremos una nueva vida."

Gonartrosis de grado 4: La siguiente mala noticia

Cuando había apenas empezado en su nuevo trabajo como vendedora en una tienda especializada en ortopedia, Jana perdió repentinamente la sensibilidad en la pierna en su camino hacia el trabajo. Por ello se tropezó con un borde de la acera, y se cayó sobre su rodilla. "Fue un dolor increíble", comenta Jana. "Mi rodilla tenía todos los tonos posibles del morado." A esto siguió el impactante diagnóstico: artrosis de la articulación de la rodilla (gonartrosis) en fase 3 a 4. Esto es, el cartílago en la articulación de la rodilla de Jana estaba ya muy desgastado, y los huesos se apoyaban ya uno sobre otro. "Yo pensé: Dios mío, apenas tienes 48 años y estás activa. ¿Cómo puede ser que tengas una artrosis en la rodilla tan avanzada?"

Portrait von Arthrose-Patientin Jana Eckner, die bei Bauerfeind über ihre Erfahrungen mit der Erkrankung spricht.

Los primeros signos de una artrosis de la articulación de la rodilla se mostraron ya muchos años atrás. En aquel entonces, la rodilla de Jana se bloqueaba varias veces al caminar. Pero las molestias volvían a desaparecer rápidamente, y Jana las olvidó. Solo por su caída se pudo ver cuánto había avanzado ya entretanto la gonartrosis. Sin embargo, Jana reprimió por semanas el dolor de rodilla, porque no quería faltar en su nuevo puesto de trabajo. Pero al final, su rodilla hinchada tenía una circunferencia de 54 centímetros, y ella ya no podía realizar su trabajo: una operación de la rodilla era inevitable.

"Por las tardes, siempre se me hincha la pierna y me duele.“

En la operación, los médicos no solo extirparon el menisco, que también se había fracturado durante la caída, sino también alisaron las superficies dañadas de la articulación, con el objetivo de lograr una mejor movilidad. A pesar de la intervención, la gonartrosis seguía imponiendo muchas limitaciones a Jana: "Sigo teniendo problemas para caminar distancias largas o para estar parada por mucho tiempo. También subir escaleras o levantar objetos pesados me causa dolor." Como vendedora, Jana tiene que pasar mucho tiempo de pie. Por la tarde siempre regresa a su casa con dolor de rodilla. "Por las tardes, mi pierna se me hincha y me duele", cuenta ella.

Das Bild zeigt Arthrose-Patientin Jana Eckner beim Nordic Walking im Wald. Zur Unterstützung ihres Knies trägt sie eine GenuTrain A3 Bandage von Bauerfeind.

"Soy tan joven, todavía no tengo ganas de ponerme una prótesis de rodilla."


Jana Eckner

Vivir con artrosis: nuevas aficiones para permanecer en movimiento

Jana tampoco puede cultivar sus aficiones en toda su extensión debido a la artrosis en la rodilla: "Hacer senderismo y caminata nórdica siempre fue una compensación respecto a mi trabajo." Ahora solo puede salir a pasear por trayectos cortos, la caminata nórdica casi no es posible. "Busco a propósito trayectos cortos y poco exigentes, porque tengo miedo de no poder regresar." Pero lo que no quiere Jana es quedarse sentada en casa. "Necesito un poco de acción y movimiento", dice. Por eso se compromete con sus actividades en su ciudad natal de Zeulenroda. De esta manera, ya organizó una fiesta callejera con una jornada de inauguración, y se ocupó de que el parque de la ciudad volviera a convertirse en un lugar de encuentros. "Esta participación se ha convertido en una grandiosa compensación para mí."

Jana está consciente de que en algún momento en el futuro va a necesitar una articulación de rodilla artificial. Sin embargo, hace todo lo posible por mantenerse en movimiento y retrasar lo más posible la operación de la rodilla. "Soy tan joven, todavía no tengo ganas de ponerme una prótesis de rodilla." Para apoyar su articulación durante las fases activas, utiliza GenuTrain A3 de Bauerfeind. "En el trabajo llevo regularmente el vendaje. Con ello, mi rodilla no se hincha tanto por las tardes", comenta. Adicionalmente, en el marco de su terapia para la gonartrosis, va a fisioterapia, hace diariamente ejercicios para la rodilla en casa con ayuda de la Training App de Bauerfeind, y da pequeños paseos con su esposo. "Sé que ya no puedo moverme tanto como antes de la artrosis. Pero hago todo lo posible para que valga la pena vivir la vida y esto siga siendo así."

GenuTrain® A3

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